La Cirugía Bariátrica es un procedimiento médico que se convierte en una oportunidad para transformar tu salud, tu bienestar y tu vida. Tomar la decisión de hacerte esta cirugía es un paso importante, y es fundamental conocer cada etapa del proceso para sentirte seguro y preparado.
Este blog ha sido diseñado por un cirujano bariátrico experto para guiarte en cada fase, desde el primer contacto con el equipo médico hasta el momento en que ingresas al quirófano. Aquí encontrarás información detallada sobre los exámenes previos, la preparación nutricional y psicológica, el procedimiento quirúrgico y los cuidados posteriores.
El objetivo es brindarte una visión clara y realista de lo que implica la Cirugía Bariátrica, ayudándote a tomar decisiones informadas y a dar el primer paso hacia un estilo de vida más saludable.
Si estás considerando esta opción, sigue leyendo y descubre cómo funciona el proceso completo.
Agendamiento de la consulta médica de valoración
El primer paso en el proceso de una Cirugía Bariátrica es programar una consulta médica de valoración conmigo. Esta cita es fundamental, ya que nos permitirá evaluar tu caso, determinar si eres candidato(a) para la cirugía y explicarte en detalle el procedimiento más adecuado para ti. A continuación, te explicamos cómo puedes agendar tu consulta y qué debes tener en cuenta antes de asistir.
¿Cómo agendar tu consulta?
Existen diferentes formas de programar tu cita, para que elijas la que te resulte más conveniente:
- A través del sitio web: En esta página web puedes llenar el formulario de contacto. En él podrás hacerme preguntas o directamente programar una consulta.
- Vía WhatsApp: Si prefieres una opción más rápida, puedes comunicarte por WhatsApp para recibir asistencia inmediata y agendar tu consulta en pocos minutos.
- Por llamada telefónica: Si tienes dudas adicionales o prefieres hablar directamente con un miembro del equipo, puedes llamar a la clínica y recibir orientación sobre el proceso.
Selección de fecha y hora
Al programar tu consulta, podrás elegir entre los horarios disponibles según tu disponibilidad. Es recomendable seleccionar una fecha en la que puedas acudir sin prisas, ya que durante la consulta se abordarán aspectos importantes de tu salud y tu proceso de Cirugía Bariátrica.
Si tienes compromisos previos o restricciones de horario, es posible coordinar una opción que se ajuste a tu agenda.
Requisitos previos a la consulta
Antes de asistir a tu cita de valoración, es importante cumplir con algunas indicaciones básicas:
- Documentación médica: Si cuentas con exámenes previos, historial clínico o diagnósticos relacionados con enfermedades como diabetes, hipertensión o trastornos metabólicos, es recomendable llevarlos para que el médico pueda analizarlos.
- Cuestionario de hábitos y antecedentes médicos: Para una mejor evaluación, se pueden solicitar datos sobre tu alimentación, estilo de vida, antecedentes familiares y cualquier otra información relevante para determinar tu candidatura a la cirugía.
La consulta de valoración es el punto de partida en el proceso quirúrgico y una oportunidad para resolver cualquier duda que tengas sobre el procedimiento. Programarla con anticipación te permitirá prepararte adecuadamente y recibir la mejor orientación médica.
Consulta de Valoración Médica
En esta cita, yo, tu cirujano, evaluaré tu estado de salud, analizaré tu historial médico y determinará cuál es el procedimiento más adecuado para ti. Además, se explicarán los beneficios y riesgos de la cirugía, así como los cambios que deberás adoptar después del procedimiento.
Evaluación del historial médico y hábitos de vida
El primer paso en la consulta es conocer tu historial clínico. El médico te hará preguntas sobre enfermedades previas, tratamientos actuales, cirugías anteriores y cualquier condición médica que pueda influir en el procedimiento. También es importante analizar tus hábitos de vida, incluyendo tu alimentación, nivel de actividad física y patrones de sueño.
Esta información permitirá al especialista comprender mejor tu caso y diseñar un plan de tratamiento personalizado.
Determinación del Índice de Masa Corporal (IMC)
El Índice de Masa Corporal (IMC) es una medida utilizada para evaluar el estado nutricional de una persona y determinar si es candidata para la Cirugía Bariátrica. Se obtiene dividiendo el peso (en kilogramos) entre la estatura (en metros) al cuadrado:
IMC=peso (kg) ÷ estatura (m) ²
Según esta medición, los pacientes se clasifican en diferentes rangos de peso, y la Cirugía Bariátrica está indicada en los siguientes casos:
IMC mayor a 40 kg/m²
Considerado obesidad mórbida, en la que el exceso de peso representa un alto riesgo para la salud.
IMC mayor a 30 kg/m²
Si el paciente presenta enfermedades relacionadas con la obesidad, como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, apnea del sueño o problemas articulares, la cirugía puede ser recomendada incluso con un IMC menor a 40.
Aunque el IMC es una herramienta útil para la clasificación del peso, no proporciona una visión detallada de la composición corporal. Por ello, se complementa con otros estudios más precisos para evaluar la proporción de grasa, músculo y agua en el cuerpo.
Análisis de composición corporal
Para obtener una evaluación más completa de la salud del paciente, se realiza un análisis de composición corporal utilizando la tecnología de bioimpedancia de InBody.
Este estudio va más allá del peso total y permite conocer la distribución de los diferentes componentes del cuerpo, proporcionando información clave para la planificación del tratamiento.
¿Cómo funciona la bioimpedancia de InBody?
El análisis de bioimpedancia eléctrica es un método no invasivo en el que se envían pequeñas corrientes eléctricas a través del cuerpo para medir la resistencia de los tejidos. Dado que la grasa, el músculo y el agua conducen la electricidad de manera diferente, el equipo puede calcular con precisión los siguientes parámetros:
- Masa grasa total y porcentaje de grasa corporal: Permite determinar si el exceso de peso se debe principalmente a grasa o si hay una composición equilibrada con masa muscular.
- Masa muscular esquelética: Evalúa la cantidad de músculo en el cuerpo, lo que es importante para diseñar un plan de alimentación y ejercicio adecuado antes y después de la cirugía.
- Índice de grasa visceral: Mide la grasa acumulada alrededor de los órganos internos, un factor clave en el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes y la hipertensión.
- Agua corporal total: Evalúa la proporción de agua en el cuerpo para detectar posibles retenciones de líquidos o deshidratación.
Determinación de comorbilidades
Las comorbilidades son enfermedades asociadas a la obesidad que pueden poner en riesgo tu salud. Durante la consulta, el médico evaluará si padeces alguna de estas condiciones, como:
- Diabetes tipo 2.
- Hipertensión arterial.
- Apnea del sueño.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Problemas articulares.
Identificar estas enfermedades es importante porque muchas de ellas pueden mejorar o incluso resolverse después de la Cirugía Bariátrica.
Discusión de opciones quirúrgicas y selección del procedimiento adecuado
Existen diferentes tipos de Cirugía Bariátrica, y no todos los procedimientos son adecuados para todos los pacientes. Durante la consulta, te explicaré las opciones disponibles, como:
Bypass gástrico
Un procedimiento que reduce el tamaño del estómago y modifica el proceso de absorción de los alimentos.
Manga gástrica
Se reduce el tamaño del estómago en aproximadamente un 80 %, lo que limita la cantidad de alimentos que puedes ingerir.
Otros procedimientos
Dependiendo del caso, podría recomendar técnicas endoscópicas, como el balón intragástrico, o programas de acompañamiento multidisciplinario para la pérdida de peso.
Evaluaciones Médicas y Exámenes Preoperatorios
Si después de la consulta se confirma que eres candidato para la cirugía, el siguiente paso será realizar exámenes preoperatorios. Estos estudios permiten conocer tu estado de salud general, detectar posibles riesgos y asegurarse de que estás en condiciones óptimas para la intervención. Además, el equipo médico podrá personalizar el tratamiento según tus necesidades.
Análisis de sangre y perfil metabólico
Los exámenes de laboratorio son fundamentales para evaluar tu función metabólica y descartar deficiencias o alteraciones que puedan afectar el procedimiento o la recuperación. Algunos de los análisis más comunes incluyen:
- Hemograma completo: Permite identificar anemia, infecciones o trastornos de la coagulación.
- Glucosa y hemoglobina glucosilada: Evalúa el control de la glucosa en sangre, especialmente en pacientes con diabetes o resistencia a la insulina.
- Perfil lipídico: Mide los niveles de colesterol y triglicéridos, lo que ayuda a evaluar el riesgo cardiovascular.
- Pruebas de función hepática y renal: Analizan el estado del hígado y los riñones para asegurarse de que pueden manejar los cambios metabólicos tras la cirugía.
- Niveles de vitaminas y minerales: Es común que algunos pacientes con obesidad presenten deficiencias nutricionales, por lo que estos exámenes ayudan a corregirlas antes de la cirugía.
Electrocardiograma y evaluación cardiovascular
Dado que la obesidad puede afectar el corazón y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, en algunos casos se recomienda realizar un electrocardiograma (ECG) para analizar la actividad eléctrica del corazón. Dependiendo del resultado y del historial médico, el cirujano puede solicitar una evaluación más detallada con un cardiólogo, quien podría indicar estudios adicionales, como un ecocardiograma o una prueba de esfuerzo.
Estudios de función pulmonar
La obesidad puede afectar la capacidad respiratoria, especialmente en pacientes con apnea del sueño o enfermedades pulmonares. Para garantizar que la anestesia general no represente un riesgo, se pueden solicitar estudios como:
- Pruebas de función pulmonar: Evalúan la capacidad respiratoria y la oxigenación.
- Polisomnografía: Se recomienda en pacientes con sospecha de apnea del sueño para medir la calidad de la respiración durante el sueño.
Estos exámenes ayudan a determinar si es necesario un manejo especial durante la cirugía para prevenir complicaciones respiratorias.
Endoscopia digestiva (si es necesaria)
En algunos casos, se realiza una endoscopia digestiva alta para evaluar el estado del esófago, el estómago y el duodeno. Este estudio es útil para detectar condiciones como gastritis, reflujo gastroesofágico, úlceras o infección por Helicobacter pylori, las cuales pueden requerir tratamiento previo a la cirugía.
No todos los pacientes necesitan una endoscopia, pero si el cirujano lo considera necesario, te indicará cuándo y cómo realizarla.
Evaluación psicológica y nutricional
Además de los exámenes médicos, es esencial evaluar la preparación mental y los hábitos alimenticios del paciente.
Evaluación psicológica
La Cirugía Bariátrica implica cambios emocionales y de estilo de vida importantes. Una especialista en psicología o psiquiatría del equipo de Global Obesity Group determinará si estás preparado para afrontar estos cambios y si existe algún trastorno emocional que pueda interferir con el éxito del procedimiento.
Valoración nutricional
Una nutricionista especializadoa en Cirugía Bariátrica de Global Obesity Group analizará tu dieta actual y diseñará un plan de alimentación pre y postoperatorio. También identificará deficiencias nutricionales que deben corregirse antes de la cirugía.
Aprobación del equipo médico para la cirugía
Una vez completadas todas las evaluaciones, el equipo multidisciplinario de Global Obesity Group revisará los resultados y determinará si la cirugía puede realizarse con seguridad. En algunos casos, puede ser necesario realizar tratamientos previos para optimizar tu estado de salud antes de la operación.
La fase de exámenes preoperatorios es crucial para garantizar un procedimiento seguro y exitoso. Con esta información, el equipo médico podrá minimizar riesgos y personalizar tu tratamiento para que obtengas los mejores resultados.
Preparación nutricional y psicológica antes de la Cirugía Bariátrica
Como la Cirugía Bariátrica es un cambio de vida que requiere una preparación integral, antes de la operación, es fundamental adoptar hábitos que faciliten la transición a una nueva forma de alimentación y fortalezcan el bienestar emocional del paciente.
En esta etapa, el enfoque está en dos áreas clave: la preparación nutricional, que ayuda a optimizar el cuerpo para la cirugía y la recuperación, y la preparación psicológica, que permite afrontar los cambios físicos y emocionales que vendrán después del procedimiento.
Plan de alimentación prequirúrgico
Antes de la cirugía, la nutricionista especializada en Cirugía Bariátrica diseñará un plan de alimentación adaptado a cada paciente. Este plan tiene varios objetivos:
- Reducir el tamaño del hígado: Muchas personas con obesidad tienen un hígado graso y agrandado, lo que puede dificultar la cirugía. Una alimentación baja en carbohidratos y grasas ayuda a disminuir su tamaño y facilita el procedimiento.
- Mejorar la tolerancia a la cirugía: Adoptar una alimentación más saludable antes de la operación favorece una recuperación más rápida y reduce el riesgo de complicaciones.
- Preparar al paciente para el cambio de hábitos: La dieta postquirúrgica será muy diferente a la alimentación previa, por lo que es importante iniciar la adaptación con cambios progresivos en la dieta.
El plan alimenticio suele incluir:
- Reducción de azúcares y carbohidratos refinados, como pan, arroz blanco y pastas.
- Aumento del consumo de proteínas para favorecer la cicatrización y preservar la masa muscular.
- Control en las porciones para acostumbrarse a comer menos cantidad.
- Hidratación adecuada, reduciendo el consumo de bebidas azucaradas y carbonatadas.
En los días previos a la cirugía, es posible que se requiera una dieta líquida específica, que dependerá de la evaluación del especialista.
Reducción de peso previa para minimizar riesgos
En muchos casos, recomiendo una reducción de peso antes de la cirugía. Esto no significa perder una cantidad extrema de kilos, sino lograr una disminución controlada que beneficie el procedimiento.
Los beneficios de perder peso antes de la cirugía incluyen:
- Menor riesgo quirúrgico: Un menor índice de grasa abdominal facilita el acceso durante la operación.
- Mejor recuperación postoperatoria: La pérdida de peso inicial ayuda a reducir la inflamación y mejorar la cicatrización.
- Mayor éxito a largo plazo: Los pacientes que empiezan a cambiar sus hábitos antes de la cirugía tienen mejores resultados en la pérdida de peso posterior.
La cantidad de peso que se recomienda perder varía en cada paciente y será determinada por el cirujano y el nutriólogo.
Sesiones con el equipo de psicología para preparación mental y emocional
El aspecto emocional es tan importante como el físico en la preparación para la Cirugía Bariátrica. Perder peso implica cambios en la forma en que el paciente se relaciona con la comida, consigo mismo y con los demás.
El equipo de psicología juega un papel clave en este proceso. Las sesiones de preparación mental ayudan a:
Identificar y manejar la relación emocional con la comida
Muchas personas recurren a la comida como una forma de afrontamiento ante el estrés, la ansiedad o la tristeza. Aprender nuevas estrategias es fundamental para evitar recaídas en el futuro.
Establecer expectativas realistas
La cirugía es una herramienta para el cambio, no una solución automática. Es importante entender que la pérdida de peso será progresiva y que el esfuerzo continuo es clave para mantener los resultados.
Prepararse para los cambios físicos y sociales
La pérdida de peso puede influir en la autoestima, las relaciones personales y la percepción del cuerpo. Anticipar estos cambios y trabajar en la confianza personal es parte del proceso.
En algunos casos, si se identifican trastornos emocionales como depresión, ansiedad o trastornos de la alimentación, el especialista puede recomendar un seguimiento adicional para garantizar el éxito del tratamiento.
Agendamiento de la cirugía y preparativos finales
Una vez que se han completado todas las evaluaciones médicas y se ha determinado que eres un candidato apto para la Cirugía Bariátrica, llega el momento de programar la fecha del procedimiento y cumplir con los preparativos finales. Esta garantiza que todo esté en orden y que la cirugía se realice de manera segura.
Confirmación de fecha y hospital
El equipo médico te proporcionará las opciones de fechas disponibles para la cirugía. Es importante elegir un día en el que puedas contar con apoyo de familiares o amigos, ya que necesitarás acompañamiento durante la hospitalización y el proceso de recuperación inicial.
Además, se te informará sobre el hospital o clínica donde se llevará a cabo la cirugía. Se te indicará:
- Hora de ingreso y ubicación exacta del hospital.
- Duración estimada de la hospitalización, que puede variar según el procedimiento y la evolución del paciente.
- Documentos que debes llevar, como identificación oficial y resultados de exámenes médicos previos.
Entrega de indicaciones preoperatorias
Para minimizar riesgos y asegurar el éxito del procedimiento, deberás seguir una serie de indicaciones antes de la cirugía. El equipo médico te proporcionará instrucciones detalladas, que pueden incluir:
Ayuno preoperatorio
Se recomienda un periodo de ayuno antes de la cirugía para evitar complicaciones con la anestesia. En la mayoría de los casos, esto implica:
- No consumir alimentos sólidos entre 8 y 12 horas antes de la cirugía.
- Restringir la ingesta de líquidos, generalmente hasta 6 horas antes del procedimiento.
Es fundamental seguir estas indicaciones estrictamente, ya que el incumplimiento puede llevar a la reprogramación de la cirugía.
Uso de medicamentos
Si tomas algún medicamento de manera regular, yo y el anestesiólogo evaluaremos cuáles debes suspender o continuar antes de la cirugía. En algunos casos, se pueden realizar ajustes en la medicación para evitar efectos adversos durante el procedimiento.
Cuidados previos
Además del ayuno y la medicación, es posible que te indiquen otras medidas, como:
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco en los días previos, ya que pueden afectar la cicatrización y la respuesta a la anestesia.
- Realizar una higiene especial antes de la cirugía, como el uso de jabones antibacterianos.
- No usar cremas, lociones o maquillaje el día del procedimiento, para reducir el riesgo de infecciones.
Firma de consentimiento informado
Antes de la cirugía, deberás firmar un consentimiento informado, un documento en el que el médico explica en detalle:
- El procedimiento quirúrgico que se realizará.
- Los riesgos y beneficios de la cirugía.
- Las posibles complicaciones y efectos secundarios.
- Las expectativas sobre la recuperación.
Este documento es una garantía de que has recibido toda la información necesaria y que das tu autorización para proceder con la cirugía. Es un momento importante para aclarar cualquier duda adicional con el cirujano.
Preparación para el gran día
Con la fecha confirmada y todas las indicaciones en orden, solo queda prepararte mental y físicamente para el procedimiento. Seguir todas las recomendaciones médicas es clave para un proceso seguro y exitoso.
Este es el último paso antes de la cirugía y marca el inicio de una nueva etapa en tu vida. El equipo médico estará contigo en cada momento para asegurarse de que todo se desarrolle de la mejor manera posible.
Ingreso al hospital: el último paso antes de la cirugía
El día de la cirugía ha llegado. Después de semanas de preparación médica, nutricional y psicológica, es momento de ingresar al hospital para el procedimiento. Esta etapa es clave para garantizar que todo esté en orden antes de la intervención. A continuación, te explicamos lo que sucederá desde tu llegada hasta el momento en que entres al quirófano.
Registro
El ingreso al hospital se realiza en el horario previamente indicado por el equipo médico. Al llegar, deberás dirigirte a la recepción para completar el registro administrativo, donde confirmarán tu identidad y los detalles de la cirugía.
Una vez registrado, se te asignará un espacio en donde permanecerás antes y después del procedimiento. En este espacio podrás acomodarte, recibir la visita del equipo médico y prepararte para la cirugía.
Evaluación final por el cirujano y el anestesiólogo
Antes de la cirugía, el cirujano y el anestesiólogo realizarán una última revisión para confirmar que todo está en orden. Durante esta evaluación se pueden abordar los siguientes aspectos:
- Revisión de los exámenes preoperatorios y la historia clínica.
- Confirmación del procedimiento quirúrgico y repaso de los detalles finales.
- Explicación sobre el tipo de anestesia que se administrará y sus efectos.
- Resolución de dudas de último momento.
Esta evaluación es una oportunidad para que el paciente tenga claridad sobre lo que sigue y reciba la seguridad de que todo está bajo control.
Cambio de ropa y preparación para quirófano
Después de la evaluación médica, se te indicará que te cambies de ropa. En la mayoría de los casos, el hospital proporcionará una bata quirúrgica y gorro desechable. También se retirarán objetos personales como relojes, anillos o lentes de contacto.
El personal de enfermería puede colocar una vía intravenosa para administrar líquidos y medicamentos antes de la cirugía. Además, se te pedirá que permanezcas en ayuno absoluto, según las indicaciones preoperatorias.
Administración de medicación previa si es necesario
Dependiendo del protocolo del hospital y del criterio del equipo médico, se pueden administrar ciertos medicamentos antes de la cirugía. Estos pueden incluir:
- Sedantes leves para reducir la ansiedad y ayudar a la relajación.
- Antibióticos preventivos para minimizar el riesgo de infecciones.
- Medicamentos específicos si el paciente tiene condiciones médicas preexistentes que requieren control antes del procedimiento.
Una vez completada la preparación, el equipo médico te trasladará al quirófano. En ese momento, el personal quirúrgico se encargará de los últimos preparativos antes de la anestesia y el inicio de la cirugía.
El ingreso al hospital es un proceso estructurado y seguro. Seguir las indicaciones del equipo médico garantizará que todo transcurra de manera adecuada, brindando tranquilidad tanto al paciente como a sus familiares.
Traslado al quirófano y anestesia: el inicio del procedimiento
Después de completar todos los preparativos en la habitación del hospital, llega el momento del traslado al quirófano. Este es un paso clave en el proceso de la Cirugía Bariátrica, donde el equipo médico verifica cada detalle antes de comenzar la intervención.
Verificación de datos del paciente y procedimiento
Antes de ingresar al quirófano, el personal médico realizará un protocolo de verificación de identidad y procedimiento, un paso esencial para garantizar la seguridad del paciente. Durante esta revisión, el equipo confirmará:
- Nombre y datos personales del paciente.
- Tipo de cirugía programada.
- Historial médico y posibles alergias.
- Resultados de exámenes preoperatorios.
Esta etapa forma parte de los protocolos de seguridad quirúrgica y ayuda a evitar cualquier tipo de confusión antes de la intervención.
Monitorización de signos vitales
Una vez dentro del quirófano, se iniciará la monitorización continua de los signos vitales para evaluar el estado del paciente antes y durante la cirugía. Se colocarán sensores para medir:
- Frecuencia cardíaca, a través de electrodos adheridos al pecho.
- Presión arterial, con un brazalete automático que tomará mediciones periódicas.
- Niveles de oxígeno en sangre, mediante un oxímetro colocado en el dedo.
- Frecuencia respiratoria, para asegurar una correcta oxigenación antes y después de la anestesia.
Esta supervisión es fundamental para que el equipo médico pueda reaccionar de inmediato ante cualquier cambio en la condición del paciente.
Colocación de la vía intravenosa
Aunque en muchos casos la vía intravenosa ya ha sido colocada en la habitación del hospital, en el quirófano se puede ajustar o instalar una nueva si es necesario.
Esta vía permite la administración de:
- Líquidos para mantener una hidratación adecuada.
- Medicamentos sedantes o relajantes.
- Anestesia general, que inducirá el estado de inconsciencia necesario para la cirugía.
La colocación de la vía intravenosa es un procedimiento rápido y prácticamente indoloro, realizado por un anestesiólogo o una enfermera especializada.
Administración de anestesia y preparación para la cirugía
El anestesiólogo es el responsable de administrar la anestesia y asegurar que el paciente se mantenga en un estado de inconsciencia y sin dolor durante toda la cirugía. El proceso suele seguir estos pasos:
- Inducción de la anestesia: Se administra el medicamento a través de la vía intravenosa. En algunos casos, se complementa con una mascarilla de oxígeno.
- Pérdida progresiva de la consciencia: El paciente entra en un estado de sueño profundo en cuestión de segundos.
- Intubación endotraqueal: Una vez dormido, se coloca un tubo en la tráquea para garantizar una correcta respiración asistida durante el procedimiento.
- Mantenimiento de la anestesia: Durante toda la cirugía, el anestesiólogo supervisará continuamente los signos vitales y ajustará la dosis de anestesia si es necesario.
Una vez que la anestesia ha hecho efecto y el paciente está completamente dormido, el equipo quirúrgico iniciará la intervención.
El traslado al quirófano y la administración de la anestesia marcan el comienzo de la Cirugía Bariátrica. Cada paso es realizado con rigurosidad y seguridad para garantizar que el procedimiento transcurra de la mejor manera posible.
Empieza tu proceso agendando una consulta médica de valoración
Tomar la decisión de hacerse una Cirugía Bariátrica es un paso importante que puede marcar un antes y un después en tu vida. Sin embargo, el éxito de este proceso depende de una evaluación médica completa y una preparación adecuada.
Es fundamental contar con la orientación de un equipo médico especializado que evalúe tu caso y te guíe en cada etapa del camino.
Si estás listo para iniciar este proceso o si tienes dudas sobre si la cirugía es la mejor opción para ti, te invitamos a agendar una consulta médica de valoración con el Dr. Felipe Bernal. Durante esta cita, recibirás un diagnóstico personalizado y resolverás todas tus inquietudes sobre el procedimiento.
Agenda tu consulta hoy mismo y comienza tu transformación hacia una vida más saludable.
Preguntas Frecuentes sobre los Tipos de Balón Gástrico
¿Qué es la cirugía bariátrica y para qué sirve?
La cirugía bariátrica es un procedimiento quirúrgico que ayuda a personas con obesidad severa a perder peso y mejorar su salud. Funciona reduciendo el tamaño del estómago y, en algunos casos, modificando la absorción de los alimentos, lo que facilita el control del peso. También puede contribuir a la mejoría o remisión de enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión y la apnea del sueño.
¿Cómo sé si soy candidato para la cirugía bariátrica?
Eres candidato si tienes un IMC mayor a 35 kg/m² o si tu IMC es mayor a 30 kg/m² y padeces enfermedades relacionadas con la obesidad, como diabetes, hipertensión o apnea del sueño. Además, es importante haber intentado perder peso con dieta y ejercicio sin éxito y no presentar contraindicaciones médicas o psicológicas para la cirugía. La mejor manera de determinar tu elegibilidad es mediante una consulta de valoración médica.
¿Cuáles son los tipos de cirugía bariátrica disponibles?
Los procedimientos más comunes son el bypass gástrico y la manga gástrica. El bypass gástrico reduce el tamaño del estómago y modifica la absorción de los alimentos, lo que resulta en una pérdida de peso significativa. La manga gástrica consiste en retirar aproximadamente el 80 % del estómago, limitando la cantidad de alimentos que se pueden ingerir y reduciendo la producción de la hormona del hambre. Dependiendo del caso, pueden recomendarse otros procedimientos quirúrgicos o endoscópicos.
¿Cuánto peso se puede perder con la cirugía bariátrica?
La pérdida de peso varía según el tipo de cirugía y el compromiso del paciente con los cambios de hábitos. Con el bypass gástrico, se puede perder entre el 60 % y el 80 % del exceso de peso en los primeros 12 a 18 meses. Con la manga gástrica, la pérdida suele estar entre el 50 % y el 70 % del exceso de peso en el mismo periodo. Para obtener los mejores resultados, es fundamental adoptar una alimentación saludable y mantener un estilo de vida activo.
¿Qué estudios se necesitan antes de la cirugía?
Antes de la cirugía, se deben realizar diversas evaluaciones médicas para garantizar que el paciente está en condiciones óptimas. Los estudios incluyen análisis de sangre, perfil metabólico, electrocardiograma, evaluación cardiovascular, pruebas de función pulmonar, endoscopia digestiva (si es necesaria), y evaluaciones psicológica y nutricional. Estos exámenes permiten detectar posibles riesgos y personalizar el tratamiento.
¿Cómo debo prepararme antes de la cirugía?
La preparación incluye seguir un plan de alimentación prequirúrgico para reducir grasa en el hígado, perder peso si el médico lo recomienda para minimizar riesgos quirúrgicos, asistir a una evaluación psicológica para fortalecer la preparación mental, y cumplir con un ayuno preoperatorio según las indicaciones del cirujano. Seguir estas recomendaciones aumenta la seguridad y el éxito del procedimiento.
¿Cuánto tiempo dura la cirugía y la recuperación?
La cirugía suele durar entre 1 y 3 horas, dependiendo del procedimiento. La hospitalización generalmente es de 24 a 48 horas. La recuperación inicial toma entre 2 y 4 semanas, durante las cuales el paciente debe seguir una dieta especial y evitar esfuerzos físicos. La recuperación completa y la adaptación al nuevo estilo de vida pueden tomar varios meses.
¿Qué cambios debo hacer después de la cirugía?
Después de la cirugía, es necesario adoptar cambios de hábitos para asegurar resultados exitosos. Se debe seguir un plan de alimentación progresivo, comenzando con dieta líquida y avanzando a sólidos bajo supervisión médica. Es fundamental aumentar el consumo de proteínas y vitaminas, evitar alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, hacer ejercicio regularmente y acudir a controles médicos y nutricionales periódicos.
¿Cuándo podré volver a mis actividades normales?
El tiempo de recuperación varía según cada paciente. En general, se recomienda reposo relativo durante la primera semana. La mayoría de los pacientes pueden retomar su trabajo en 2 a 4 semanas, dependiendo del tipo de actividad que realicen. El ejercicio físico intenso se puede reanudar después de 6 a 8 semanas, según la evolución y las indicaciones del médico.